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ENFOQUE BIOMECÁNICO

Este enfoque parte de principios filosóficos reduccionistas y mecanicistas y de teorías fisiológicas, combina principios neuromusculares, fisiológicos, músculo-esqueléticos, anatómicos y biomecánicos. Referentes a la potencialidad para el movimiento, la fuerza o la habilidad del músculo para producir tensión, mantener un control postural y mover el cuerpo; la resistencia la cual es la habilidad para mantener un esfuerzo durante un tiempo determinado de acuerdo a una actividad, esto lleva a que tenga implícitos los principios mecánicos de cinética las fuerzas que producen, modifican o detienen el movimiento de los cuerpos y la cinemática como el estudio del movimiento en sus condiciones de espacio y tiempo.

 

Se basa en creencias que la musculatura  voluntaria y su control dan como resultado la fuerza y la función,   la  integridad  y amplitud  de  las  articulaciones y la  resistencia  o tolerancia física; por tanto la disfunción del sistema esquelético neuromuscular puede ser corregida o restaurada a través del fortalecimiento muscular, el aumento de la amplitud articular, el mejoramiento de la coordinación y el incremento de la resistencia.

 

Dentro de esto se estudia la anatomía en relación con el sistema músculo-esquelético y la fisiología en relación con el hueso, el músculo y el tejido conectivo, lo que se aplica a la salud del tejido, su elasticidad, la fuerza muscular y la resistencia, elementos que ofrecen la energía para realizar actividades, donde también interviene el sistema cardiopulmonar el cual apoya el funcionamiento del sistema músculo esquelético y se relaciona con la resistencia. De esta manera las capacidades músculo esqueléticas son la base del movimiento funcional diario dentro de  la ejecución ocupacional, ya que el cuerpo esta diseñado para lograr movimientos, para manipular objetos, para la comunicación gestual, la orientación corporal y todo comportamiento con propósito en las ocupaciones diarias.

 

En   Terapia   Ocupacional   éste   enfoque   está   basado   en   el   presupuesto   de   que   el movimiento voluntario y su, control son el resultado de la fuerza y función muscular, articulación, rango de movimiento, tolerancia o duración; y el conocimiento acerca de la función de los músculos durante la ejecución de la actividad, el tipo de contracción muscular,   la   influencia   de   la   gravedad   y  la   resistencia   al  movimiento   posibilitan  la comprensión y el manejo de una disfunción que altere la función músculo-esquelética. De ahí que la disfunción del sistema esquelético y neuromuscular pueda ser corregida o restaurada   a   través   del   fortalecimiento   del   músculo,   el   incremento   del   rango   de movimiento,   de   la  coordinación   y la  tolerancia. Estos  aspectos  corresponden   a  la aplicación de los principios biomecánicos en el análisis del movimiento humano, en el diseño de férulas, de equipo especial y de adaptaciones que faciliten al individuo la ejecución de las actividades de la vida diaria y de autocuidado incluyendo, desplazamientos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Terapeuta  Ocupacional  usa  la  ocupación  para  influenciar cambios en  la  amplitud articular, la fuerza y la resistencia, mejorando así la calidad del movimiento y de esta manera incrementa la funcionalidad del individuo y su independencia en las actividades de la vida diaria. Ha sido utilizada de manera desde los inicios de la terapia ocupacional en el tratamiento o intervención de personas con disfunción física. (Spackman Terapia Ocupacional 1.968) la suposición básica que los movimientos humanos y las actividades físicas permiten la función ocupacional. (Kielhofner, 1992).

 

Este enfoque es aplicado a daños del sistema músculo esquelético,  cardiopulmonar tegumentario y sistema nervioso excepto el cerebro; en niveles de discapacidad de la función física, ya que trata el incremento de la fuerza, resistencia y rango de movimiento en personas que tienen  una disfunción  del SNP o del sistema músculo esquelético, tegumentario o cardiopulmonar. También se aplica en personas que sufren golpes o un mayor déficit de movimientos voluntarios y debilidad (Bourbonnais  y noven, 1989), donde los objetivos están dirigidos a: ¹ reducción del edema, ² rango de movimiento articular, ³ resistencia y fortalecimiento.

 

Es importante conocer que éste enfoque se aplica siempre con pacientes que tengan problemas por alteraciones en el sistema osteomúscular por ejemplo, algunas patologías más frecuentes:

 

  • Síndromes de sobre uso

  • Artritis reumatoidea

  •  Osteoartritis

  • Fracturas

  • Fibromialgia

  • Plexo braquial

  • Lesiones por arma de fuego a nivel de mano, antebrazo, brazo ocasionando lesiones de nervios periférico (Radial, Mediano, Cubital).

 

También se aplica a personas que tienen alguna limitación en sus movimientos, en su fuerza, o resistencia bien sea por problemas en el sistema músculo-esquelético, en el SNP, en el sistema cardiopulmonar o en el tejido integrativo, lesiones de mano, fracturas, lesiones de nervios periféricos, amputaciones y patologías cardiacas.

 

 

PRINCIPIOS DEL ORDEN O FUNCIÓN

 

Parten de la concepción que el movimiento es la base para la realización de tareas y consta de tres componentes:

 

  • Amplitud articular o rango de movimiento: capacidad  para  mover un segmento  o articulación determinada, tiene unos límites que dependen de los tejidos adyacentes piel y tendones. El potencial para mover las articulaciones depende de la estructura e integridad del tejido ya que en el movimiento participan el tejido, el músculo, la elasticidad de la piel. La capacidad de movimiento dinámico depende de la anatomía de las articulaciones y del tejido blando que las recubre.

 

  • Fuerza: es la habilidad de los músculos para producir tensión, para el mantenimiento de postura, control postural y el movimiento de las diferentes partes del cuerpo; es una función del número y tamaño de las fibras musculares, a mayor cantidad, mayor fuerza y a su vez mayor resistencia.

 

Dentro de este tenemos la estabilidad y el movimiento que son resultado de la acción del sistema músculo esquelético sobre las articulaciones ya que la tensión producida en el músculo puede estabilizar o mover las articulaciones y esto sería la base para la realización de las actividades.

 

  • Resistencia: habilidad que tiene el sistema músculo esquelético para mantener una actividad muscular dependiendo de la disponibilidad energética y de su oxígeno. Comprende la habilidad para tolerar y resistir una actividad lo que depende de la función de la fisiología muscular donde también interviene la energía y el oxígeno provenientes: del sistema cardiopulmonar.

 

 

PRINCIPIOS DE LA  DISFUNCION

 

Parten de la base que si se altera la amplitud articular, la fuerza y la resistencia, se altera el movimiento y por ende el funcionamiento ocupacional diario. Estas alteraciones que pueden ocurrir por un daño en la articulación, edema en los tejidos que cubren la articulación, dolor, retracción de la piel, retracción o acortamiento de los tendones por pérdida de la fuerza en una lesión de la neurona motora de la médula espinal, de los nervios periféricos o por patología vascular o respiratoria.

 

La disfunción del sistema esquelético y neuromúscular puede ser corregida o restaurada a través del fortalecimiento del músculo, el incremento del rango de movimiento, de la coordinación y tolerancia.

 

Existen seis continuidades de función – disfunción que se deben manejar en el enfoque biomecánico:

 

  1. Estabilidad.

  2. Bajo nivel de resistencia.

  3. Control de edema.

  4. Arco de movimiento pasivo.

  5. Fuerza.

  6. Resistencia.

 

AUTORES:

 

  1. Pedretti

  2. Trombly

  3. Baldwin

  4. Kabundi

 

 

Baldwin: analizó la utilización de los músculos y articulaciones durante la actividad con sentido, también desarrolle métodos: para evaluar si las actividades lograban el objetivo de incrementar el arco y la fuerza. Fue director de educación en una de las escuelas de Terapia Ocupacional establecidas por el gobierno Americano en la primera guerra mundial. De inmediato, él organiza los departamentos de Terapia Ocupacional y los talleres curativos. Se interesó en desarrollar una prescripción individual para los problemas de cada usuario y registrar los progresos que estos realizaban en el uso de los brazos y piernas con mediciones sistemáticas del incremento de un arco de movimiento y en su fuerza muscular. Los esfuerzos que el registró se publicaron en Terapia Ocupacional aplicada en la recuperación de la función en las discapacidades articulares de 1919 y aunque sus métodos no resultaron muy complicados e imprecisos a la luz de las normas actuales, su objetivo de registrar regularmente los progresos de cada paciente no pueden ser dejados a un lado.

 

Dunton: se basa en cuatro suposiciones:

 

  1. Cree que la actividad con objetivo puede utilizarse para tratar de movimiento, fuerza y resistencia.

 

  1. Admitir que luego de la recuperación, de la fuerza y la resistencia el paciente automáticamente recupera la función.

 

  1. El principio de reposo y estrés, dice que primero e! cuerpo descansa para recuperarse, luego las estructuras periféricas deben estar en estrés para recuperar el arco de movimiento, la fuerza y resistencia.

 

  1. Cree que el enfoque biomecánico beneficia a aquellos pacientes  con alteración del SNP (Pedretti).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para continuar leyendo sobre el Enfoque 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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